sábado, 21 de septiembre de 2013

Elegia XVIII: El progreso del amor (fragmento


Sus labios hinchados; a los cuales hemos llegado,
Nos anclamos ahí, y nos pensamos en casa,
Porque todos parecen: ahí cantos de sirenas, y ahí
Sabios oráculos Délficos llenan el oído;
Ahí en un arroyo donde algunas perlas selectas se hinchan,
La rémora, su lengua escindida, reside.
Estos y el glorioso promontorio, su mentón
sobrepasando; y el estrecho de Helesponto entre
El Sestos y Abidos de sus senos,
(No de dos amantes, pero dos amores eran los nidos)
Triunfa el mar sin límites, pero que tu ojo
Algunos lunares isla pueda divisar ahí;
Y navegando hacia su India, de esa manera
Me quedaré en su bello ombligo Atlántico;
Aunque desde ahí la corriente esté hecha por tu piloto,
Aún así, ahí es donde desearías estar en bahía,
Estarás  en otro bosque,
Donde algunos naufragan, y no llegan más allá.
Cuando estés ahí, considera lo que en esta persecución
Se malgastó porque empezaste con la cara.

John Donne
1572- 1631

lunes, 16 de septiembre de 2013

e. e cummings


69:466
ahora (amor) todos los dedos de este árbol tienen manos, y todas las manos tienen gente; y
cada persona está (mi amor) más viva
de lo que podrían entender todos los mundos
y ahora eres y soy ahora y somos
un misterio que nunca más volverá a suceder, un milagro que nunca antes había sucedido— y este brillante ahora debe volverse entonces
nuestro entonces será alguna oscuridad en la que no
tengan manos los dedos; y no te tenga
yo a ti: y todos los árboles sean (cualquiera más
sin hojas que cada uno) su parasiempre nieve
silenciosa
—pero nunca tengas miedo (mía, hermosa,
en flor) porque el entonces es también un hasta
(1950)

domingo, 8 de septiembre de 2013


Poema de Pablo Neruda
" A callarse "



Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.

Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.

Sería un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en un inquietud instantánea.

Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.

Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.

No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es sólo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.

Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.

Ahora contaré hasta doce
y tú te callas y me voy.