miércoles, 29 de enero de 2014

Mujer, llenaste de tierna belleza
mis días de exilio,
Y me aceptaste en tu cercanía
con una gracia pura
como la sonrisa de la estrella desconocida,
que me saluda
mientras estoy a solas  en el balcón,
fija la mirada en la noche austral.

Llegó la voz de lo alto: “Te conocemos
pues llegas de la oscuridad del infinito”
como nuestro huésped, el huésped de la luz.

Así, con la misma voz fuerte me gritaste,
“Te conocemos”
Y aunque ignoro tu idioma  mujer,
lo escuche expresado en tu música,
“Tu eres siempre nuestro huésped en esta tierra,  poeta,
el huésped del amor”

 RABINDRANATH  TAGORE
 Poema a Victoria Ocampo.

1924


"Yo pensaba que si América es joven, el mundo no lo es

 y que nuestro continente se parece a esos niños

 cuya infancia se marchita de vivir siempre entre adultos.

 América no cree ya en los cuentos de hada, pero lleva en sí

 la eterna necesidad que los hizo nacer. Como necesita creer

 en ellos acabará por inventarlo de nuevo. Y ése será su milagro."


VICTORIA OCAMPO
1890 - 1979

martes, 14 de enero de 2014


“(...) —¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida —pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos—,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que se pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos (...)”



Fragmento de Piedra de sol, de Octavio Paz